Las poblaciones de primates que se localizaban en 13 de los 23 parques nacionales y reservas forestales de Costa de Marfil han desaparecido, debido a que las plantaciones de cacao en el país africano han invadido sus hábitats, estableciéndose en zonas que debían estar protegidas y salvaguardadas para el desarrollo de estos animales.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Ohio ha realizado un estudio en la zona en busca de primates, en especial dos cuya conservación es prioritaria: el cercopiteco de Roloway (Cercopithecus roloway) y el mangabey de cuello blanco (Cercocebus atys ssp. lunulatus), una subespecie del mangabey gris. Ambas especies están clasificadas como “En peligro” en la Lista Roja de la UICN.
Sin embargo, donde deberían estar los hábitats de estos primates, los científicos han encontrado plantaciones ilegales de cacao y asentamientos humanos en los que viven más de 30.000 personas. En 7 de estas áreas protegidas, todo el terreno ha sido transformado en campos de cultivo del principal producto agrícola del país. Los ecosistemas han sido alterados de forma irreversible y los animales cazados para la alimentación de las poblaciones locales.
Las consecuencias han sido que en 13 zonas protegidas se han perdido todas las poblaciones de primates, mientras que en otras 5 áreas se mantienen solo la mitad de los individuos que había. Ningún colobo rey (Colobus polykomos) ha sido avistado en la región, cuando debería haber sido así. Además, se han perdido las esperanzas de encontrar algún individuo de Piliocolobus badius waldronae en estado salvaje, una subespecie del colobo rojo occidental, que se teme que se haya extinguido en la naturaleza.
En un país altamente inestable como Costa de Marfil, es difícil controlar las actividades ilegales de la población, máxime cuando son su único sustento y no disponen de alternativas para sobrevivir. El daño descontrolado al medio ambiente es sistemático, al igual que ocurre en la República Democrática del Congo con las minas ilegales de coltán, el mineral que se utiliza para fabricar los smartphones.
En este caso, el detonante es el chocolate, un producto que se consume cada vez más en todo el planeta, debido a su auge en los países emergentes. De hecho, se estima que la demanda está superando a la producción, lo que motiva que se aumenten las plantaciones en los países exportadores, una pésima noticia para los primates.
La solución, como no puede ser de otra manera, pasa por controlar la producción en origen y regularizar la situación de los cultivos, de forma que el medio ambiente y el único modo de subsistencia de miles de personas no sean incompatibles.
La entrada El chocolate condena a los primates de Costa de Marfil aparece primero en Conciencia Eco - Revista digital sobre cultura ecológica.