¡Por una energía respetuosa con las aves! Es el lema de la edición 2015 del Día Mundial de las Aves Migratorias, una fecha que, cada año, recuerda los peligros y las amenazas a que se enfrentan estos seres tan especiales, que vuelan miles de kilómetros cada año en busca de su clima y hábitat ideales.
Esta vez, la celebración hace referencia a los riesgos derivados del desarrollo de las energías, tanto las que están en auge, las renovables, como las ya existentes y destinadas a desaparecer. En un escenario en el que se habla cada vez más de reducir las emisiones de CO2 y limitar el calentamiento global, es vital encontrar el punto de equilibrio para que esos objetivos innegociables no causen daños colaterales.
Las amenazas de las energías sobre las aves migratorias son diversas. Las primeras que vienen a la mente son los choques y las electrocuciones, que se producen contra tendidos eléctricos y, más recientemente y en el caso de los primeros, contra aerogeneradores. Si bien la energía eólica es una de las mejores soluciones para obtener electricidad limpia, el impacto sobre las aves es enorme y esto plantea una problemática para la comunidad ecologista, que tiene que intentar solucionar el fuerte impacto medioambiental de una de sus principales apuestas.
Las infraestructuras humanas relacionadas con el desarrollo energético también suponen una barrera para las aves migratorias, en ocasiones infranqueable. Esto ocasiona graves trastornos a las aves, que se ven incapaces de acceder a sus hábitats predilectos y obligadas a desplazarse a otras zonas, siempre y cuando esa barrera no resulte letal para las especies más selectivas.
En los peores casos, se produce la destrucción completa de los hábitats, derivada de la proliferación de energías como la hidroeléctrica, bioenergética, oceánica, solar, eólica y geotérmica. El hándicap de estas energías renovables y limpias, es que necesitan grandes obras de ingeniería, ocupar una superficie enorme de terreno o instalarse en áreas de alto valor ecológico, como las costas, los ríos o las montañas.
El uso de las energías renovables debe crecer en las próximas décadas e ir comiendo terreno a las convencionales. Es la única manera de poder optar a un futuro en este planeta, ya no para las generaciones futuras, sino también para nosotros mismos. Sin embargo, es necesaria una correcta planificación y una evaluación minuciosa de todos los impactos que las renovables puedan generar, y las aves migratorias son uno de los grupos de fauna más afectados en este sentido.
La entrada 9 y 10 de mayo, Día Mundial de las Aves Migratorias 2015 aparece primero en Conciencia Eco - Revista digital sobre cultura ecológica.