La piel de una variedad concreta de champiñones puede hacer que las baterías de nuestros dispositivos portátiles dejen de perder capacidad de carga con el uso y que, por el contrario, mejoren con el tiempo. Así lo ha descubierto un equipo de la Universidad de California-Riverside, que ha publicado su hallazgo en la revista Nature.
Agaricus bisporus, tradicionalmente conocido como la variedad Portobello de champiñones, puede ser la especie clave para el siguiente nivel de las baterías de nuestros dispositivos portátiles. Estos deliciosos organismos fúngicos podrían revertir el principal defecto de las baterías de ion de litio de la actualidad y hacer que, con cada carga, fueran más efectivas.
Este simpar descubrimiento se ha llevado a cabo en la Universidad de Riverside, en California. Al parecer, el quid está en la activación, con cada ciclo de carga y descarga, de unos poros de la estructura de carbono del champiñón, que permiten a la batería mejorar sus prestaciones con el uso. Por tanto, aunque no sean igual de competitivas al principio, su vida se va alargando con la actividad, al contrario de las baterías actuales, que van perdiendo capacidad con cada recarga.
El carbono es un elemento fundamental de las baterías de ion de litio, debido a la diversidad de propiedades y aplicaciones que tiene. Por lo tanto, lleva décadas estudiándose la forma de mejorar su obtención y sus prestaciones. En la actualidad, el carbono de las baterías recargables proviene del grafito sintético, un proceso que es ciertamente caro.
El equipo de la Universidad de Riverside ha utilizado carbono procedente del tejido superficial de los champiñones Portobello. En estas estructuras, los investigadores han hallado altas concentraciones de cloruro potásico (KCl), una variedad de sal, que facilitan el aumento de la porosidad del material a altas temperaturas. Esta ventaja, que se da de forma natural en el carbono procedente de biomasa, hay que forzarla mediante aditivos en los materiales sintéticos.
El estudio puede ayudar a mejorar la fabricación de baterías en un futuro
En resumen, el material natural alcanza propiedades por sí mismo que el sintético solo puede lograr tras una serie de procesos o mediante la adición de otros compuestos, lo que aumenta la complejidad de las operaciones. Estas características recién descubiertas se traducen en baterías de ion de litio de mayor capacidad, más baratas y con un menor impacto sobre el medio ambiente.
Una vez más, la naturaleza le da una lección al ser humano, brindando materiales de alta calidad que están presentes en nuestra vida cotidiana, y que no requieren de complejas operaciones ni alta tecnología para dar todo su potencial. Esta es la nueva propiedad de los champiñones Portobello, unos deliciosos organismos que igual te enriquecen una pizza que te cargan un móvil.
Bibliografía: Campbell, B. et al. Bio-Derived, Binderless, Hierarchically Porous Carbon Anodes for Li-ion Batteries. Sci. Rep. 5, 14575; doi: 10.1038/srep14575 (2015).
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