El Acciona 100% EcoPowered, el primer coche eléctrico que participa en el Dakar, solo pudo completar 2 etapas. No obstante, el óptimo rendimiento del motor, dentro de sus limitaciones, dejó un buen sabor de boca tanto en el equipo como en sus seguidores, que esperan que esta solo sea la primera de muchas participaciones sin emisiones de CO2.
Con un escueto comunicado, el equipo del Acciona 100% EcoPowered anunciaba el fin de la aventura del vehículo eléctrico, que pretendía completar el raid más duro del planeta, el Dakar. Han sido solo tres etapas, pero con sensaciones positivas, y el único pensamiento tras el abandono es volver en 2016 para intentar la machada de finalizar el recorrido sin consumo de combustibles fósiles.
En la primera etapa, disputada entre las localidades argentinas de Buenos Aires y Villa Carlos Paz, el coche español recorrió 833 kilómetros, de los cuales 170 eran cronometrados. El vehículo pilotado por Albert Bosch invirtió un tiempo de 2 horas, 27 minutos y 30 segundos, que les relegó a la posición 130 (de un total de 134 participantes). Puede que estas prestaciones no alcancen para ganar un Dakar, pero el objetivo era completar la etapa y se consiguió.
El equipo también pudo completar el segundo día, una dura y exigente jornada de 518 kilómetros para llegar a San Juan. Hasta entonces, el coche no mostró ningún síntoma de debilidad, excepto la comprensiva falta de competitividad frente a los motores convencionales. Puede que no estuviera con los mejores, pero estaba.
Los problemas surgieron en la tercera etapa, rumbo a Chilecito, la última parada en la Argentina antes de cruzar a Chile, cuando un fallo en el ordenador de a bordo impidió al equipo pasar por los puntos de control establecidos por la organización. Por lo tanto, era inevitable la exclusión del vehículo número 369, que ponía fin así a esta primera experiencia de un coche eléctrico en la competición más exigente del mundo del motor.
Ahora toca quedarse con lo positivo. El motor eléctrico del Acciona 100% EcoPowered ha funcionado perfectamente, recorriendo sin problemas más de 1.300 kilómetros entre las dos primeras etapas, sin ninguna complicación en cuanto a fiabilidad o autonomía. El primer paso ya está dado, lo más difícil era llegar al Dakar. Una vez logrado, solo queda mejorar y superar poco a poco los objetivos.
Los retos a los que se enfrenta la aventura eléctrica del Dakar en próximas ediciones pasan por completar la prueba, o al menos aumentar el número de etapas en las que el vehículo tome parte, para seguir aprendiendo y mejorando y, quién sabe, si en el futuro optar a terminar el rally siendo competitivos…
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